¿QUÉ ES LA CIENCIA?

Según el diccionario de la R.A.E el significado de esta palabra es el siguiente: Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales.
Cuando se nos viene a la cabeza la imagen de un científico, nos imaginamos a un señor medio loco con bata blanca y todo el día encerrado entre probetas y tubos de ensayo. Esta imagen preconcebida es totalmente errónea. La ciencia no solo ocupa la física o la medicina. Todo el conocimiento que los hombres han ido desarrollando a lo largo de la historia mediante la utilización de la cualidad que nos diferencia de los demás animales, la razón, sigue siendo ciencia aunque las personas dedicadas a ella no todas lleven bata blanca.
La finalidad de la ciencia es descubrir las normas, el por qué de todo lo que nos rodea. Este descubrimiento se lleva a cabo mediante la descripción de la realidad a estudiar con el fin de explicarla para hallar las necesidades del objeto y no dar una simple descripción del mismo. Este proceso se realizará mediante un esquema en el cual cualquier objeto halle un lugar y su explicación.
El conocimiento y la llegada a él es una actividad exclusivamente humana, esta característica del género homo ha sido utilizada a lo largo de la historia para entender el mundo, pero también para modificarlo. ¿De qué vale conocer y entender el funcionamiento de algo si no hacemos nada por perfeccionarlo? El proceso científico alberga ambos conceptos, el pensamiento y la acción pueden y deben estar ligados y no separados en práctica y teoría. En el momento que una persona se embarca en un estudio debe llegar hasta el final y ser partícipe de su puesta en marcha, no puede crear sobre el papel un ángel o un demonio y tras su puesta en escena desentenderse de él. El científico es el mayor conocedor de la realidad y por consiguiente el autor de su obra práctica.
Esta separación se ha hecho en numerosas ocasiones, sobre todo en ciencia social, sin tener en cuenta lo que ello supondría en la consecución de los acontecimientos.
El hombre puede coordinar una acción con sus semejantes, pero no puede coordinar su pensamiento con los demás, cada uno tiene una manera individual de pensar con matices que lo diferencian del otro. Por este motivo la intervención del científico en la praxis es fundamental para que su idea se distorsione lo menos posible en el momento de llevarla a la práctica